¿ Que es la ley Antiterrorista?

¿Es una ley para atrapar a los que volaron la AMIA?
¿Para evitar atentados de Bin Laden?

No, la Ley Antiterrorista, recientemente aprobada por el Congreso Nacional, es una herramienta legal para encarcelar a gente como usted, como a cualquier trabajador y cualquier luchador social o militante político. El gobierno kirchnerista apuró su sanción obedeciendo a las exigencias de Estados Unidos. El GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional), que responde a los intereses del Departamento de Estado de los EEUU, impuso una fecha límite para que se promulgara, bajo la amenaza de poner a la Argentina en el grupo de países “no confiables” para los inversores externos. Pero al gobierno nacional también le sirve, porque la puede utilizar para perseguir a los que luchan, como en Neuquén, Santa Cruz, Salta, en Baires y a todos los que luchan a lo largo y a lo ancho del país. La ley Antiterrorista no está pensada para encarcelar a los culpables de la masacre en la AMIA, ni para prevenir otros atentados. Como su mismo texto lo dice, servirá para castigar a quienes realicen actividades cuyos objetivos sean “obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo”. Es decir que cualquier protesta contra este gobierno o los que lo sucedan, o contra cualquier organismo internacional (FMI, Banco Mundial, los grandes monopolios y empresas multinacionales, etc) podrá ser reprimida y sus participantes podrán ser acusados de “terroristas”, con penas de entre 5 y 20 años de prisión. Será considerada “terrorista”, toda organización que propague el “odio político”, que “disponga de cualquier medio idóneo que pueda poner en riesgo la integridad de las personas” y que tenga “contactos internacionales”. Qué actitudes denoten un “odio político” o cuáles sean los “medios idóneos” para poner en riesgo a las personas, son cuestiones que quedarán al arbitrio de los mismos jueces que hoy tienen procesados a más de cinco mil compañeros, por causas relacionadas con luchas gremiales, sociales y políticas. Por la simple pertenencia o participación en un grupo organizado que reclame por cualquier motivo al Estado o que repudie a estos organismos financieros internacionales (como sucedió con el corralito o con las protestas en las estaciones de Haedo y Constitución), una persona podría ser acusada de “terrorista”. En definitiva, se trata de una ley que en lugar de perseguir a quienes quieran atentar contra el pueblo, servirá para que el Estado intente poner un freno a las luchas populares y a sus reclamos legítimos. Todos somos terroristas según esta nueva ley, hecha a imagen y semejanza de las ambiciones de los EEUU, el Estado más terrorista del mundo.

Por eso decimos:
NO A LA IMPUNIDAD
NO A LA LEY ANTITERRORISTA
LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS
BASTA DE PERSECUCIÓN A LOS LUCHADORES POPULARES
JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES MATERIALES Y POLÍTICOS DEL ASESINATO DE FUENTEALBA
APARICIÓN CON VIDA DE JORGE JULIO LÓPEZ

Coordinadora Antirrepresiva del Oeste – Revista Bolívar – Multisectorial “Chau Pozo”- CORREPI SUR – Patria o Muerte – Coordinadora de Ocupados y Desocupados C.O.D – PRT Santucho – PR (ml)